QUEREMOS HACER DE CADA HOMBRE COMO UNA NUEVA ENCARNACIÓN DEL VERBO
Por el carisma1 propio del Instituto, todos sus miembros deben trabajar, en suma docilidad al Espíritu Santo y dentro de la impronta de María, a fin de enseñorear para Jesucristo todo lo auténticamente humano, aun en las situaciones más difíciles y en las condiciones más adversas; es decir, es la gracia de saber cómo obrar, en concreto, para prolongar a Cristo en las familias, en la educación, en los medios de comunicación, en los hombres de pensamiento y en toda otra legítima manifestación de la vida del hombre. Es el don de hacer que cada hombre sea “como una nueva Encarnación del Verbo”2, siendo esencialmente misioneros y marianos.
Misión en Tanzania
MISIÓN Y APOSTOLADO
La misión, recibida del fundador, y sancionada por la Iglesia, es llevar a plenitud las consecuencias de la Encarnación del Verbo, que “es el compendio y la raíz de todos los bienes”3, en especial, al amplio mundo de la cultura, o sea, a la “manifestación del hombre como persona, comunidad, pueblo y nación”4.
Los medios principales que utilizamos para la Evangelización de la cultura son5:
- La predicación de la Palabra de Dios
- El estudio y la enseñanza de la Sagrada Escritura, la Teología, los Santos Padres
- La Liturgia
- La Catequesis
- El Ecumenismo
- Las misiones populares
- Los ejercicios espirituales ignacianos
- La educación y formación cristiana de niños y jóvenes en colegios y Universidades
- Las obras de caridad con los más necesitados (niños abandonados, minusválidos, enfermos, ancianos)
- La formación de idóneos ministros de la Palabra,
- Las publicaciones de revistas, tratados, libros, y en los medios de comunicaciones
1 Constituciones 30, 31, 32.
2 Santa Isabel de la Trinidad, op. cit., Elevación nº 33.
3 San Juan Crisóstomo, In Matt. Hom., II, 3.
4 Juan Pablo II, Discurso a los hombres de la cultura con ocasión del jubileo de la Redención (15/12/1983), 3; OR (25/12/1983), p. 6.
5 Conf. Constituciones 16.