Vocaciones

¿Jesús me llama?

La vocación es una llamada interior. A excepción de algunos casos extraordinarios de santos que recibieron una señal especial de Dios (como San Pablo, que experimentó una visión de Cristo en el camino de Damasco), Jesús llama normalmente a la vida consagrada (sacerdotal y/o religiosa) con un «movimiento interior». La persona «sabe», «experimenta» que es llamada, tal vez después de un evento especial en su vida. Si alguien se siente atraído por las palabras de Nuestro Señor, en el Evangelio o por el ejemplo de otros sacerdotes y misioneros y desea de desprenderse de los bienes terrenos para seguir a Cristo como Él lo ha indicado, esa persona puede pensar que es llamada al sacerdocio. Toda vocación es un acto irrepetible del amor de Dios, es estrictamente personal y necesita de una personal dirección.

Si crees que Dios te llama es necesario que hables de eso, no con cualquier persona, sino con un sacerdote bueno y experimentado, él te ayudará en tu discernimiento, para saber si realmente Cristo te da esta particular vocación.

 

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"Toda vocación es un acto irrepetible del amor de Dios..."

[1] Constituciones 30, 31, 32.

[2] Santa Isabel de la Trinidad, op. cit., Elevación nº 33.

[3] San Juan Crisóstomo, In Matt. Hom., II, 3.

[4] Juan Pablo II, Discurso a los hombres de la cultura con ocasión del jubileo de la Redención.

[5] Pablo VI, Evangelii nuntiandi, nº 22.

[6] Constituciones, 36-47.

[7] Tratado de la Verdadera devoción a María Santísima de San Luis María, NN 70, 72.

[8] Cf. Gal 3,27.

[9] Cf. Tratado de la Verdadera devoción a María Santísima de San Luis María, NN 121-125.

[10] Ibidem, N 47